viernes, 12 de octubre de 2007

2005 Pepe Criado EL CORAZÓN GIGANTE DE TOMÁS IBORRA

En: IBORRA, Tomás.: PALABRAS DEL CORAZÓN.
Ayuntamiento de La Mojonera (Almería), 2005.












Dar es igual que tener. Quien da, tiene. Por lo tanto, dar a manos llenas es tenerlo todo.

Esto no es una cuestión de filosofía ni de gente que sabe mucho. Esto es una cuestión de vida.

La propia vida ha dado una capacidad especial a Tomás Iborra. Y a Lola, su mujer. Por eso estas dos personas son el ejemplo perfecto de que dar es tener, porque ellos viven ofreciendo permanentemente su corazón.
¡Qué más puede ser una persona que ese amor incondicional para darlo todo!

Acércate, lector, al corazón lleno de vida del amigo Tomás Iborra. Lee estas páginas. Huélelas. ¡El clamor de la luz ha de quedar en los sentidos!

Cada página de este libro es un momento de vida, un tiempo presente de Tomás vivido intenso y narrado para darlo, para que tú, que ahora tienes sus versos entre las manos, saborees.

Pero Tomás no sólo te ofrece el ahora, estos tiempos que nos han tocado vivir y que nos marcan. También Tomás te da a manos llenas el pasado, la tradición de esta tierra.

¡Tantos hombres y mujeres se han expresado desde el sentir más sencillo! Es tan normal en Almería la poesía de tradición oral que apenas le damos importancia, pero estas tierras del Campo de Dalías, al pie de la Sierra de Gádor, están destilando poesía desde siempre con el trovo, con los romances, con la correspondencia en verso.

¡Gracias a muchas personas y a algunas instituciones, entre ellas el Ayuntamiento de La Mojonera que publicó Siembra de versos, el primer libro de Tomás Iborra, la cultura oral de esta tierra está conectando con estos tiempos ávidos de escritura!

En una sociedad industrializada como la nuestra los versos orales, tal como se entendían hace muy pocas décadas, han perdido su significado. A la poesía oral, y también al trovo, no le queda más remedio que adaptarse a estos tiempos renovándose.

Un principio de avance es escribir y publicar libros como este, porque pueden ser un gancho para las generaciones más jóvenes. Ya que es preferible que nuestra poesía tradicional cambie, como lo ha ido haciendo siempre, a que desaparezca.

Pero Tomás Iborra, impasible, está dispuesto a ofrecer su corazón partido en versos. Aquí nos ofrece el deleite de las controversias troveras. Aquí nos muestra el guiño de la amistad al compartir la vida en forma de poéticas cartas. Aquí, el homenaje a la existencia en poemas florecidos.

Por eso en este libro se oye un murmullo apagado, antiguo, que une el tiempo de ayer con el tiempo de hoy y esto es el mayor éxito de Tomás Iborra, porque da su corazón para la continuación de la vida, como continuación de la cultura. Tomás, así, existe para no ser, esconde su sabiduría personal para que resalte el saber de la comunidad.

¡Damos gracias a los poetas y trovadores de antes y de ahora sólo por ser! ¡A Paco y Juan Fuentes, al tío Pechinero, a Diego Rabote, a Ramón “el Fragüero”, a José Mateo, al “Peluco”, al “Vicario”, a Rafael “el Panadero”, y, como no, al padre y al abuelo de Tomás entre tantos otros!

No hay más posibilidad de vida que el hecho de saber dar gracias por lo que se tiene. Así echa el corazón raíces y florece. Dar gracias por la vida es vivir y ya que la vida la tenemos sólo ahora, ahora es cuando podemos entenderla.

¡Gracias a Tomás Iborra que se hace tierra para sembrar versos y corazón para sembrar vida!

En PALABRAS DEL CORAZÓN, el segundo libro de Tomás, encontramos todas las características esenciales de la poesía oral de esta tierra.

Una muy importante es cumplir el papel de transmisores de cultura que en el imaginario colectivo tienen asignados los poetas orales. Tomás asume este cometido en dos aspectos: Uno, a través de una copiosa correspondencia y otro es con las controversias y sus pregones de fiestas.

Las cartas que circulan entre poetas orales son un riquísimo testimonio, no sólo de la forma que tienen de entender la cultura sino también de la vida que nos toca vivir en esta nuestra época concreta. En ellas se plantean desde cuestiones filosóficas o profundamente místicas hasta cuestiones cotidianas tan básicas como el hecho de no haber sido invitado a alguna reunión o a algún trovo público.

Es mucha la influencia que ejercen estas cartas sobre el colectivo social próximo a los poetas orales. Circulan fotocopiadas en la comunidad y suelen generar respuesta en forma de otras cartas, comentarios, análisis y precisiones.

También este libro nos muestra cómo Tomás Iborra asume su papel de dinamizador cultural y social a través de las controversias y de los pregones de fiestas.

En sus versos, tanto escritos como hablados, está condensado el sentir de la comunidad, de su entorno social. Desde este sentido, Tomás transciende su personalidad para mostrar una conciencia, un sentido de vivir la vida, que es tan suya que pertenece a todos y a todas.

Esto es la vida. Ser para no ser. Dar para tener. Sembrar para recibir. Decir para callar. Ofrecer el corazón para que la vida sea un minuto de luz.

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