jueves, 11 de octubre de 2007

1994 Pepe Criado JOSÉ CASTILLO, UN HOMBRE TROVADOR

Conferencia con trovadores en directo.
VELADA DE TROVO EN MEMORIA DE JOSÉ CASTILLO RODRÍGUEZ.
Tertulias "Bayyana" - Asociación de Amigos del Museo A.U.C.
Salón de Actos de la Casa Cultural.
Pechina, 22.10.1994.





De los mineros que durante el siglo XIX trabajaron las minas de Sierra de Gádor, Sierra Almagrera y La Unión, nos queda una extensa herencia cultural.

Los cantes de Levante y el trovo de las zonas de La Alpujarra y Cartagena-La Unión, iniciados en las minas almerienses y cantados por casi todo el Sur de España, son el legado de aquellos hombres. Tanto esos cantes flamencos como la tradición de improvisar no son ya de nadie porque pertenecen a todos, transformados y enriquecidos por las generaciones posteriores.

Así, como parte de esta generalidad, vamos a situar al trovero José Castillo. Entre sus poemas e improvisaciones nos situaremos en su vida privada y en el trovo de la época y veremos cómo influyó en el arte de trovar.


EL TROVO DE LA ÉPOCA

La gran desigualdad de clases que había en las explotaciones mineras de finales de siglo pasado se traducía en esclavitud en la vida diaria, en padecer día y noche el sometimiento y la esclavitud del trabajo, pagado míseramente y utilizado para negar los derechos mínimos de la persona humilde y para engrandecer al cacique.

Pero de la opresión nace la protesta, se eleva el grito que clama por la vida, el grito que expresa todo el ahogo y toda la angustia.

El trovo, como el cante, ha servido de desahogo lírico a numerosos oprimidos. El hombre de nuestra tierra ha resuelto muchas veces su amargura en ironía, gracias a un trovo. Porque el auge de los trovos coincidió con el apogeo de las minas, en plena revolución industrial, y con unas circunstancias de gran injusticia social, de triste explotación del hombre por el hombre. (Bonmatí,1988:39)

Y esta función tuvo el trovo de la época minera, junto al cante flamenco. Y ya no era el hombre quien en solitario gritaba sino

Es el pueblo malherido que se desangra y en el desgarro de su grito encuentra su propia esencia. Es el pueblo de los que ni siquiera fueron mineros; es el pueblo de los que no cuentan. (Urbano,1980:48)

Así, el trovo de La Unión a finales del pasado siglo

Era muy similar a como lo ejecutaban en las altas cumbres alpujarreñas. (Díaz,1977:24)


La fiesta comenzaba con un baile en el que se alternaban las coplas tradicionales con las improvisadas, al son de la música del fandango cortijero.

Acababa el baile y los improvisadores se hacían los amos de la fiesta, continuaban trovando al son de la misma música. Al final quedaban solos y enfrentados los dos mejores trovadores, que podían acabar al amanecer o bien continuar algunos días seguidos.

Los versos de aquellos trovadores eran bastos, a base de ripios, de rellenos. A la rima no se le daba importancia alguna, simplemente se utilizaban palabras que pegaran y la estrofa única para trovar era la quintilla.

Es decir, que los trovadores eran el motivo de diversión y los versos, junto con el vino, un elemento más de esa diversión, de la juerga necesaria para contrarrestar tanto dolor cotidiano.

No se halla en cualquier camino
El don para ser poeta:
Es una clave secreta
Del pentagrama divino. (Castillo,1923:46)

En este ambiente comenzaron a improvisar algunos trovadores que no estaban conformes con que los versos solo sirvieran para la diversión. Se propusieron que los versos tuvieran contenido y que rima y métrica fueran perfectas; y cambiaron las formas apartando a la improvisación del baile original, otorgándole carácter propio, utilizando otras estrofas para trovar, como la décima y el trovo o glosa clásica.

Estos hombres elevaron el trovo del vino, la pelea y la controversia basada en la ridiculización del compañero hasta el más puro arte. Ellos fueron Marín, Castillo y "el Minero".
TROVADORES CONTEMPORANEOS A CASTILLO


. JOSÉ MARÍA MARÍN

Marín comenzó a improvisar en pleno auge de las minas en La Unión. A estas minas emigraron los mineros de Almería, desde Sierra de Gádor a Almagrera, cuando la producción minera almeriense dejó de ser rentable.

Los mineros almerienses llevaron allí el trovo. El primer trovo murciano tuvo dos modalidades: A palo seco, sin música cuando se reunían al azar varios repentistas y otra con la música como se hace actualmente en La Alpujarra.

Marín, en este ambiente apasionante del cante minero y del trovo
salvaje y sin pulir, comenzó a improvisar. Nos llama la atención que él
adoptara un método culto y fino en su repentización, cuando todo lo que
se cantaba era totalmente natural, exento de academicismo. (Díaz,1977:25)

Marín puso su interés en perfeccionar sus versos. También, como no tenía facilidad para el cante, y en aquella época el trovo y el canto iban sustancialmente unidos (Díaz,1977:35) a Marín se le ocurrió buscarse un cantaor para que cantara los versos que él improvisaba.

Marín, con estas dos innovaciones, impulsó la creación de un nuevo estilo en la poesía improvisada, que es el llamado trovo de Cartagena-La Unión.

En el Parnaso español
el que superó a Castillo,
deslumbraba con su brillo
como en el espacio el sol.

De la popular poesía
matizada de arrebol,
la suprema jerarquía,
José Marín tenía
en el Parnaso español.

Tremolando el estandarte
de inmarcesible caudillo,
España, de parte a parte,
cruzó, cultivando el arte,
el que superó a Castillo.






Yo me inclino reverente,
me santiguo y me arrodillo,
ante el astro refulgente
que, desde Oriente a Occidente,
deslumbraba con su brillo.

Diamante de mejor ley
no se funde con el crisol
y ante la trovera grey,
su estirpe fue la de rey,
como en el espacio el sol.
(Serrano,1980: 101)

Pero la personalidad de Marín era controvertida y polémica:

En el trato social era afable, cortés, bondadoso; jamás tuvo frases
ofensivas para nadie. Cuando se ponía a improvisar con alguno que el
vulgo había consagrado, se convertía en otro hombre: ya no miraba con los
ojos del alma; perdía toda noción de sus deberes de urbanidad... Era
improvisando un espíritu altanero, mordaz, mortificante hasta la
exageración. (Castillo,1923:28)



MANUEL GARCIA TORTOSA "EL MINERO"

Hombre enigmático, por cuanto que era tan reservado que cuando llegó a la zona minera de La Unión, no se sabe si venía de Valencia o de Cataluña porque parece ser que nunca contó nada de su vida anterior.

Se cuenta que fué maestro nacional y un profesional industrial de mucha calidad. En cualquier caso, los rumores de la época apuntaban que tuvo que cambiar radicalmente de vida por sus ideas políticas y por ser considerado revolucionario. José Castillo definió al "Minero" como "el trovador de los versos ágiles y los pensamientos hondos".

"El Minero" chocó muchísimo con el ambiente minero porque denunciaba tajamente, tanto en sus trovos como en su poesía, la injusticia, la explotación del trabajador y la marginación social.

Esta franca actitud de conciencia social le ocasionó múltiples dificultades en la vida cotidiana, tanto porque nadie le quería dar trabajo como porque sus mismos compañeros no comprendian su actitud.



JOSE CASTILLO: LA PERSONA

No es casual el título que le doy a este texto, que nos va dar la posibilidad de conocer un poco más a José Castillo, un hombre que fué ante todo persona y luego, trovador.

No siempre un trovador, o cualquier artista, es una persona de conciencia.
Generalmente los artistas, las personas a las que la muchedumbre considera sobresaliente, suelen ser orgullosos y creidos, acaparadores y envidiosos, porque han equivocado en su personalidad interior el papel que los demás le otorgan.

Personalmente Castillo era respetuoso, sociable, divertido y entretenido incluso, pero toda su vida estuvo presidida por una fatalidad constante. Era profundo. A Castillo lo que menos le preocupaba era la estética de la forma: la realidad del concepto, el alma de sus tristes aventuras, constituyeron su obsesión. (González,1923)
Mi presente espanta;
Y en el horizonte de mi porvenir
Se ven negras manchas.
Manchas que revelan
Que mi mal no acaba,
Y que la sentencia que sobre mí pesa
Es larga, muy larga.
(Castillo,1923:181)

Da la impresión de que a José Castillo le perdía precisamente su gran sentido ético. Su profunda conciencia de respeto a todos los seres humanos sin exclusión y su clara ideología al respecto pudieron ser la causa principal de muchas cosas pasadas, por ser excesivamente sincero. La sinceridad le pierde en estos tiempos de falacia y de zancadilla. (González,1923)

Del fuerte la ingratitud,
de la víctima el suplicio,
ver impunemente el vicio
cebándose en la virtud.

La mansedumbre humillada,
el pudor girones hecho,
el pobre en llanto deshecho
y la avaricia encumbrada.
(Castillo,1902:78)


Castillo nos dejó escrito en "Algo de mi vida" una contundente declaración de principios que demuestra la profunda sinceridad que derrochó en su vida:

Yo seré siempre quien soy; con la adulación no transijo, porque los
aduladores, o nos toman el pelo o buscan algo; no ensalzo la rutina, ni
llamo instruido al analfabeto con letras, ni competente al inepto. Con la
ramplonería no comulgo; ni rindo culto a esas potestades mediocres que
ellas mismas se erigen en su pedestal; las miro indiferente, con ojos de
iconoclasta. La reticencia mordaz de la envidia,me inspira el desprecio
del escupitajo. (Castillo,1923:175)

Así, no resulta extraño que Castillo fuera indeseado en la compleja trama de la relación social.

Pues, la fatalidad en la vida de José Castillo tuvo una presencia continuada y podemos resumirla en tres hechos de su vida: sus padres, la cárcel injusta y su relación con las mujeres.


SUS PADRES

Siendo niño, en mi frente
no dejó impresos
una madre amorosa
sus dulces besos.
(Castillo,1902:8)

Con sus padres Castillo tuvo como única relación la frustración y la falta de
entendimiento. Desde muy joven tuvo clara su decisión de estudiar, tal como se le
aconsejaba por lo tanto que prometía. Así escribió Castillo sobre la decisión de sus padres para que no estudiara:

Las letras constituian mi pasión favorita. Esta vocación no pudo ser
desenvuelta por la suicida oposición de mis padres, ambos analfabetos,
queimpidieron se llevara a efecto el deseo de mis maestros y de otras
personalidades, de que yo estudiara una carrera... (Castillo,1923:1)

Como la economía familiar era paupérrima el Castillo que quería estudiar se
convirtió en minero a muy temprana edad. Y en las minas encontró el doble calvario de no poder hacer lo que quería y el del inhumano trabajo de sol a sol en la profundidad de las minas.

Podemos concretar que Castillo no tuvo padres, es decir, no tuvo el amor primero que a las personas nos da el gran bagaje de confianza, seguridad y decisión para la vida. Y esto lo estuvo sufriendo mientras vivió con mucho dolor:

Desde la infancia mía, mi corazón vierte a raudales la amargura:
abandonos y desvaríos de mis mayores, que he de sepultar en la intimidad
del pensamiento.. (Castillo,1923:139)


LA CARCEL INJUSTA

¡Cuánto se aumentó mi pena,
cuando a modo de bandidos
nos llevaron conducidos
al penal de Cartagena!.
Dos en dos, una cadena,
las manos nos sujetaba;
la conducción avanzaba
tan tristemente llorando,
en su familia pensando,
¡que aquél cuadro horrorizaba!.

Llenos de polvo el semblante,
llena el alma de aflición,
marchaba la conducción,
angustiada..., jadeante.
Cual enfermo agonizante,
descolorida la faz,
suspiro amargo fugaz
se escapó del pecho triste,
al pensar que ya no existe
en su morada la paz.
(Castillo,1994:44)

Cuando Castillo fue injustamente encarcelado durante la huelga de mineros de 1898 en La Unión, le quedó muy claro para siempre que era un perseguido por la desgracia. Estuvo en la cárcel porque hubo personas que, a base de infamias, vieron en aquella huelga la excusa perfecta para perder a Castillo.

¡Tan joven, y por la senda
Del dolor, siempre marchando!
¡Si he de vivir sollozando
Que la muerte me sorprenda!

Si de Dios, la única ofrenda
Que reserva para mí
Es una existencia así,
Y es tanta su omnipotencia,
Que aniquile mi existencia
Antes que salga de aquí...
(Castillo,1923:13)

Pero, curiosamente, tanto dolor fué poco para la entereza de Castillo:

La copa de hiel que mis sicarios me han hecho apurar hasta la hez
sin causa justificada llevan a mi ánimo la firme convicción y la creencia
ciega en el martirio sufrido por aquellos mártires augustos sin otro
delito de esparcir por los ámbitos del mundo los saludables frutos de su
doctrinarismo regenerador y contribuir a la extirpación de los vampiros y
alimañas. (Castillo,1902:67)

Este proceder contra quienes procuran dotar al hombre y la mujer del derecho indiscutible de ser personas Castillo lo achaca a que en esta desventurada patria los débiles fueron siempre víctimas del furor de los potentados; la igualdad ante la ley es una quimera, un mito los derechos de ciudadanía. (Castillo,1902:20)

Precisamente esto no se lo perdonó la sociedad de su tiempo. Ese temple de Castillo para no aceptar la injusticia le hizo mártir, ese reconocimiento a la divinidad de todos los seres humanos hizo que tanto poderosos como explotados le persiguieran. Porque Castillo era portavoz de la Verdad fué encarcelado:

Yo creo en la virtud más resplandeciente y brilladora cuanto más
esfuerzos hace la calumnia por mancillarla; creo en la fidelidad de los
buenos como creo en la infidelidad de los réprobos; creo en algo
indefinible e impenetrable para las inteligencias limitadas de los
mortales; creo a Jesucristo cuando dice: "Al que persiste en el bien
obrar se le dará la vida eterna aunque no haya reconocido la religión
superior"; y protesto solemnemente contra los sempiternos explotadores
que adulteran la sacrosanta religión del Crucificado con la acomodaticia
y estúpida del Pontificado, instituida para enriquecerse a costa de la
imbecilidad y pusilanimidad de los fanáticos creyentes a tan absurdas
predicaciones. (Castillo,1902:68)



LAS MUJERES

La primera mujer que embelesó a Castillo fué Flora. Tuvieron una relación de novios bastante traumática puesto que los padres de ella se opusieron y la castigaban continuamente.


Eres el ángel que adoro,
eres el ángel que quiero,
eres la perla que amo;
eres quien yo más venero.

Eres el todo en que imploro,
eres rosa alejandrina,
eres mi bien, mi tesoro;
eres la que me ilumina,
eres el ángel que adoro.

Eres mi querer primero,
eres mi primer amor,
eres brillante lucero;
eres delicada flor,
eres el ángel que quiero.

Eres de flores un ramo,
eres amable y gentil,
eres linda cual te llamo;
eres bella aunque infantil,
eres la perla que amo.

Eres nena a quien prefiero,
eres jazmín positivo,
eres por quien yo me muero;
eres tú el bien por quien vivo,
eres quien yo más venero.
(Díaz,1977:119)

Fue una gran pasión, aunque nisiquera se tocaron, en la que Castillo no tuvo la luz suficiente para resolver el asunto positivamente y Flora, que luchaba resueltamente contra su familia, se desmoronó.

Castillo se arrepintió de esto durante toda su vida y llegó a creer que los tantos problemas que luego tuvo en sus relaciones con las mujeres fueron porque creo que aquella mujer era la mujer que Dios me tenía destinada, y creo también que yo sólo fuí culpable de que no se cumplieran los designios de la Divinidad . (Castillo,1923:13)

Otro de sus amores fué Adela, con la que tampoco tuvo una relación enriquecedora a pesar del mutuo enamoramiento, pues el encuentro de los dos estuvo rodeado de tanta fatalidad que Adela enfermó cuando presenció a un hombre disparar por ella sobre Castillo y pronto murió.

Con esto Castillo reflexionaba: ¿Habrá un hado fatal en mi existencia, que condene a padecer a esas almas virginales, exentas de impureza, por el único delito de querer unir conmigo en dulce vinculación el destino de la vida?. (Castillo,1923:103)

Pasados unos años y perdida la gracia del amor, Castillo se casa con Juana
Escudero porque mi hermano había cumplido la edad reglamentaria para el servicio militar, y era necesario que yo le liberara de esa obligación para con la Patria, contrayendo matrimonio. (Castillo,1923:118)

Así, Castillo llegó a una etapa de su vida en la que se entregó conscientemente a los placeres mundanos, a vivir, además de todos sus infortunios, la amargura de mirarme solitario y triste en el desierto de la vida.. (Castillo,1923:139).

Yo soy de esos seres
Que sufren y callan;
Que recorren sólos la senda escabrosa
Que el Hado les traza;
Sin un ser querido
De su confianza,
Que siquiera comparta con ellos
Su herencia de lágrimas.
(Castillo,1923:181)

Luego tuvo a Josefa, con la que vivió largos años de tranquilidad, tal vez pensando como una vez dijo el también trovador Pedro "Cantares" de sí mismo: Moriré perdonando, la noche cuando muera, la injuria, la calumnia, la envidia y la traición. (V.A.,1966)



CASTILLO TROVADOR


Cuando Castillo comenzó a improvisar a los 17 años pronto comprobó que la mayoría de los aficionados del momento, seguidores radicales de Marín, deseaban que de una manera indudable, evidente, tajante, se pusiera de manifiesto la derrota vertical, aplastante, de aquél trovador novel, barbilampiño apenas, que moderno David, temerariamente, medía sus armas con el Goliat de la improvisación. (Castillo,1994:16)

Para Castillo esto no era lo peor, y él mismo dijo:

Lo más doloroso para mí era ver cómo el Maestro estaba de acuerdo solidariamente, con el propósito hostil de aquellos hombres desconocedores del respeto que yo merecía por mis pocos años. (Castillo,1994:16)

Pero como ya hemos señalado la calidad humana de Castillo, su gran capacidad de entrega a los demás y su respeto sumo por cada persona, no nos extraña que Castillo reconozca el gran dolor que esto le causaba y que inmediatamente excuse a tales hombres diciendo yo siempre tenía el pedón en los lábios y en el alma. (Castillo,1994:16)

De cualquier manera, Castillo siempre vivió con este dolor y tuvo en contra a la gran masa de seguidores de Marín que, aunque no todos, deseaban con ardor que llegara la ocasión de que Castillo fuera aplastado por Marín.

Pero las cualidades de José Castillo como improvisador hicieron que tuviera sus propios aficionados, una gran cantidad de seguidores que celebraban la capacidad del trovero para cantar, improvisar y tocar la guitarra a la vez.

Por último, veamos qué innovaciones hicieron en el trovo de La Unión-Cartagena tanto Castillo como sus contemporáneos Marín y "el Minero".

VERSO
En el verso establecieron la medida justa en el octosílabo y precisaron la unidad temática entre unos versos y otros.


RIMA
La rima la hicieron perfecta, en consonante, es decir, que las palabras acaban con las mismas letras a partir del último acento.


ESTROFA
Además de trovar con la popular quintilla "que constituye un molde adecuado para la versificación agresiva y mordaz" (Bonmatí,1992), enriquecieron el trovo murciano con el uso de las siguientes estrofas:

_ La DECIMA ESPINELA, de rima 1,4,5-2,3-6,7,10-8,9.

- El TROVO. En Murcia se denomina así a la glosa clásica. A partir de una cuarteta, que contiene el tema, se improvisan cuatro quintillas que desarrollan el tema y cada verso de la cuarteta debe de ser el verso final para cada quintilla.

Con estas nuevas perfecciones técnicas, en la creación del verso y en el fondo, aquellos troveros casi encontraron la perfección del poeta en la improvisación.



RECONOCIMIENTO DE LOS TROVADORES A CASTILLO


Aunque Castillo estaba convencido de que la fatalidad era su destino y que su destino era el fracaso, sus trovos y sus escritos son, cuanto más conocidos, más celebrados por los improvisadores de generaciones posteriores. Valga como ejemplo la escueta selección que sigue de improvisaciones dedicadas a Castillo por trovadores de La Alpujarra y troveros de Murcia:




JUAN FRANCO
Se me salta el corazón
cuando te nombro, Castillo,
se me aflige la razón;
valga mi verso sencillo,
para tí, como oración.
(Díaz,1977:156)


LOLI "DE LOS PARISES"
Con sonrisas de chiquillo
fuiste grande entre los grandes
aunque siempre a tí me humillo
haz lo que ahora te mando
abre los ojos Castillo.

No te vayas hasta el fin
que estoy sufriendo un calvario
y por eso he de decir
vuelve ahora al escenario
que juntos debemos ir.
(Martinez,1976:42)


"SANTAPOLERO"
Del gran Castillo la estrella
sigue siendo rutilante;
una luz clara y radiante
después de morir, destella.
(Díaz,1977:153)


EL TIO DAVID
La guitarra manejó
como el arte de trovar,
con un sentido cantar
que a la afición deslumbró.
Por donde pasó lució
al lado de los mejores
y, sin cometer errores,
soy quien dice y asegura,
que Castillo fue figura,
modelo de trovadores.
(Serrano,1976:89)



ROCA
Quedé prendado en el don
de aquel trovero completo;
de aquel espíritu inquieto
de fecunda inspiración.

Su voz, voz de manantiales,
y su guitarra, emoción;
su mente, del sol raudales.
De sus dotes personales
quedé prendado en el don.

Cuanto en mí alienta, se siente
a su recuerdo sujeto;
beber quiero eternamente
del trovo fino en la fuente
de aquel espíritu inquieto.

Tras los años y en mi calma,
lo analizo con respeto;
y aún me clarifica el alma
la exquisitez y la palma
de aquel trovero completo.

Lo mismo que en un campanario
repica mi corazón,
al cumplirse el centenario
de aquel genio extraordinario
de fecunda inspiración.
(Díaz,1977:151)


LOTERO
Mi mente está conmovida
y la quisiera inspirar
en palabra decidida,
por aquel que supo en vida
su nombre inmortalizar.
(Diaz,1977:150)

"CONEJO"
Recordarlo me consuela
y a esto da mi verso brillo
a pesar que el tiempo vuela
yo aprendí que el gran Castillo
aquí conoció a su Adela.
(Luengo,1984:41)

"REPUNTIN"
Desde los tiempos primeros
uno y el otro caudillo,
enemigos-compañeros,
los juglares más señeros
fueron Marín y Castillo.
(Luengo,1984:167)


"PATIÑERO"
Con respecto a aquellos días
quiero darte mi respuesta,
que fue muy bueno Ballesta,
Tío David y "Picardías".
Eran flores las poesías
por su arte tan certero
por ello decirte quiero
que estos tres fueron iguales
como estos tres puntales
Marín, Castillo, Minero.
(Luengo,1986:140-141)


"CANDIOTA"
Fuistes tú, José Castillo,
el gran hombre popular
que al trovo le supo dar
arte y consagrado brillo.
Como supremo caudillo,
cuando tus trovos cantabas,
lecciones de sabio dabas
y yo que intento aprender
me bastaría con saber
aquello que tú ignorabas.
(Criado,1993:63)

CONSTANTINO BERENGUEL

Al nacer, tu tierra es Pechina;
después de tu niñez, La Unión;
la del sufrir, fué la mina;
al morir, es la de Serón;
la final, la gloria divina. *







* Del poema, "Dedicado a Castillo", 1993.No publicado.

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